¿Alguna vez has comprado algo impulsivamente y luego te has preguntado por qué? ¿O tal vez has reconocido que tú “eres de iPhone, pase lo que pase”? Bueno, pues todo esto podría ser el poder del marketing emocional trabajando en tu cerebro sin que te des cuenta. Con este vídeo vamos a explorar cómo nuestras emociones pueden ser manipuladas (¡en el buen sentido!) para hacernos comprar cosas. Y sí, también algunas que probablemente no necesitamos…